En Mozambique se celebró un congreso nacional centrado en los desafíos de la lucha contra el VIH en África, titulado “Vencer el VIH en África: un objetivo posible”. El evento, que tuvo lugar el pasado viernes en Maputo, fue organizado por el Ministerio de Salud de Mozambique (MISAU) y el Programa DREAM de la Comunidad de Sant’Egidio. Reunió a unos 50 expertos y profesionales del ámbito sanitario, incluidos funcionarios y técnicos del MISAU, miembros de grupos técnicos, representantes de destacadas instituciones internacionales y académicos implicados en la investigación y combate del VIH/sida en África.
El taller profundizó en los desafíos y oportunidades relacionados con la gestión del tratamiento del VIH en África, con especial atención a la creciente preocupación por la resistencia a los fármacos antirretrovirales. A pesar de los avances significativos logrados en los últimos años, el congreso puso de manifiesto dificultades persistentes como la resistencia farmacológica, el acceso limitado a tratamientos eficaces y la urgencia de desarrollar modelos de atención cada vez más centrados en el paciente.
En Mozambique, donde se estima que la tasa de infección por VIH en adultos de entre 15 y 49 años es del 12,6%, la epidemia sigue siendo uno de los principales retos de salud pública. El Programa Nacional de VIH/sida ha desempeñado un papel clave en la expansión del acceso a la terapia antirretroviral (TARV), con cerca de 2 millones de personas en tratamiento. No obstante, las crecientes preocupaciones en torno a la resistencia farmacológica amenazan la eficacia a largo plazo de las terapias. Este contexto ha puesto de relieve la necesidad de estrategias más personalizadas, como el uso de la genotipificación y el seguimiento riguroso de la carga viral.
Durante el encuentro se presentaron estudios recientes realizados en Mozambique sobre resistencia, que revelaron datos preocupantes y confirmaron la urgencia de abordar este fenómeno. Los participantes pudieron debatir y compartir buenas prácticas para mejorar la gestión del VIH, destacando la importancia de la genotipificación como herramienta clave para optimizar los tratamientos y controlar la infección.
El congreso también constituyó un espacio de diálogo entre expertos locales e internacionales, orientado a identificar soluciones innovadoras y buenas prácticas en el abordaje del VIH en África. Las sesiones interactivas y los debates abiertos favorecieron un enfoque colaborativo, con el objetivo de reforzar las estrategias terapéuticas tanto a nivel nacional como continental.
Entre los momentos más destacados, el Prof. Carlo Perno, del Hospital Bambino Gesù, y la Dra. Noorjehan Majid, del Programa DREAM, subrayaron la necesidad de actuar con rapidez para evitar la pérdida de eficacia terapéutica, proponiendo la creación de un movimiento internacional que garantice el acceso universal a pruebas de resistencia a los antirretrovirales.
El congreso concluyó con la formulación de recomendaciones para mejorar la gestión del VIH en el país y con una renovada conciencia entre los actores implicados sobre la importancia de la genotipificación en el manejo clínico de la infección. Se reforzó la colaboración entre instituciones locales e internacionales, con el objetivo de continuar trabajando conjuntamente para asegurar a todas las personas que viven con VIH en África un acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud.
El evento también contó con la participación de representantes de centros de investigación y organizaciones internacionales, quienes contribuyeron activamente a la discusión y a la identificación de soluciones concretas para enfrentar la resistencia farmacológica y mejorar la eficacia de las estrategias terapéuticas.
Este congreso representó una oportunidad relevante para establecer una red internacional en la gestión del VIH, con la esperanza de que los resultados obtenidos incidan positivamente en las políticas sanitarias y en la vida de millones de personas en todo el continente africano.