MIGRANTES

El 25 de abril, nuevas familias de refugiados llegaron a Roissy gracias a los Corredores Humanitarios promovidos por Sant'Egidio

El jueves 25 de abril, nuevas familias de refugiados vulnerables llegadas del Líbano fueron recibidas en el aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle, Terminal 2E, nivel de llegadas. El Papa Francisco, ya fallecido, había recibido el 18 de marzo de 2023 en el Vaticano a 6.000 refugiados beneficiarios de los Corredores Humanitarios junto a los miembros de los colectivos que los habían acogido.

Ese día llegaron dos familias: una de cuatro personas –entre ellas dos niños de 4 y 8 años– y una mujer soltera. Todos habían huido del conflicto sirio hacía años y llevaban algún tiempo viviendo en condiciones críticas en Beirut.

Su entrada en Francia fue posible gracias a los Corredores Humanitarios promovidos por la Comunidad de Sant’Egidio y las Semanas Sociales de Francia, en acuerdo con los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores franceses. Desde marzo de 2017, año de la firma del primer protocolo (renovado en abril de 2021), que estableció esta nueva «vía segura y legal» de acceso a la protección humanitaria, los Corredores Humanitarios han permitido a 168 familias, en su mayoría sirias, pero también iraquíes y palestinos de origen sirio, es decir, 672 personas, incluidos 297 niños, encontrar refugio y seguridad en Francia. En total, casi 8.000 refugiados han llegado a Europa (la mayoría a Italia, Francia y Bélgica) a través del protocolo iniciado por primera vez en Italia por Sant’Egidio.

Los Corredores Humanitarios se han consolidado como un modelo alternativo de acogida e integración, capaz de contrarrestar la globalización de la indiferencia, denunciada reiteradamente por el Papa Francisco. Las dos familias fueron acogidas en el departamento de Aube, ya activas en recepciones anteriores, y en el nuevo departamento de Ródano. Ambos se han comprometido a acompañarles en el proceso de integración previsto por el proyecto, que incluye el aprendizaje de la lengua francesa y, una vez obtenido el estatus de refugiados, la incorporación al mundo laboral.

Los Corredores Humanitarios, totalmente autofinanciados, han demostrado que es posible acoger e integrar, salvando vidas humanas de los peligros del mar y de la trata de personas. La integración supone una protección más eficaz que los muros: una buena práctica, reconocida a nivel internacional, que puede ser un modelo para toda la Unión Europea. En un momento marcado por el crecimiento de los conflictos y la construcción de nuevas barreras, los Corredores Humanitarios representa una respuesta concreta y esperanzadora para muchas personas vulnerables, que tienen derecho a protección y a un futuro mejor.

Para saber más (FR): www.couloirshumanitaires.fr